Sería suficiente decir que nos dedicamos al latín desde hace años, y con pasión, para explicar el origen de este proyecto. Naturalmente podríamos añadir que el latín nos gusta, nos interesa, incluso nos fascina: y serían motivos más que suficientes para crear un diario en línea. Principalmente si se piensa que el latín es una lengua que, como tal, permite la comunicación y  la divulgación.
Podríamos también enlistar una serie de motivos por los que es importante y necesario estudiar latín, si no fuera porque en el fondo nos parece ocioso disputar pro latinitate, ya que esta lengua – nos guste o no – se estudia desde hace más de dos milenios en Italia y en gran parte de Europa: si un estudio es milenario, no puede ser fortuito, y forzosamente ha de afianzarseen algo sólido, permanente, en el ser humano.
En nuestro caso, nos parece que resaltan dos elementos: la historicidad y la racionalidad. En pocas palabras, el latín se nos muestra como la manifestación visible y tangible de uno de los varios caminos recorridos por el hombre, un camino hecho en el tiempo a través de la razón.
A nosotros nos agrada este camino, del que nos sentimos como una de sus etapas, que, por tanto, continua y precede otras etapas. El latín, en el sobre dich osentido, nos parece la estrella polar, una luz que guía y aclara el recorrido.
Por consiguiente, nuestra intención es compartir principalmente las reflexiones sobre el latín como lengua, en términos teóricos y prácticos, útiles tanto a quien se dedica al latín profesionalmente como a quien se acercapor placer o curiosidad; y, además, intentar seguir las huellas de aquel camino histórico y racional que se ha mencionado.
Probablemente habrá a quienes no parezcamos muy actuales, y quizá tampoco seremos siempre políticamente correctos; pero a finde cuentas nos ocupamos del latín, de un camino comenzado muchos siglos atrás, y del que, de hecho, el ahora es sólo una de sus tantas etapas.
Roberto Carfagni